jueves, 9 de agosto de 2007

Que hubiera sido...


¿Cuantas veces no hemos eschado esta trillada pregunta? En mi particular caso, una y otra vez. Y lo peor es que mientras crecemos, se nos hace mas recurrente. Que si hice, que si no lo hice, que por que diablos no lo hice, que hubiera pasado si lo hubiera hecho (perdón por la redundancia), y esto nos hace ver a veces nos aferramos mucho al pasado....


Recuerdo muy bien aquellos días, en los que mis únicas preocupaciones de dia se resumían en lo que vería en la televisón, o tal vez las vacaciones familiares. No había más. Ni siquiera la nostalgia por los "buenos" tiempos. Pero de pronto, comienzas a extrañar ciertos sucesos, que la mayoría de las veces hacen que no disfrutes el presente.


Hace más o menos tres años, viví una etapa muy oscura de mi vida. Realmente en esas fechas ansiaba volver al pasado, recordaba como estaban las cosas, y ahora, a pesar que fue un mal momento, lamento no haberlo disfrutado como quisiera.


El punto es que se viva el presente, que se disfrute al máximo, sean buenas o malas noticias, y hagamos lo que en este momento nos nazca hacer. Es mejor tener recuerdos que ilusiones.


Este fue un momento de reflexión (o de un avanzado estado de embriaguez). De que le sirve al hombre ganar el mundo entero (de mucho diría yo), si se pierde a si mismo ( frase de multimedios TV)

III

"Aquella chica habló de nuevo - Gracias por tus atenciones – dijo en tono muy cortes. Y es lo menos que podía esperar de una extraña que irrumpió en mi casa y que me amenazó, pero que tal vez me salvo de algo peor...

Estaba muy confundido, por todo lo que estaba sucediendo que solo sonreí tímidamente, mientras recogía la vasija del helado.
Me gustaría saber tu nombre – musité, y ella dijo – Me llamo Ángela - .
El primer, pero el más intrascendente enigma estaba resuelto. De que serviría saber su nombre, necesitaba respuestas a lo que había ocurrido unos minutos atrás.

- ¿Y que te trae por mi casa? – pregunte amablemente, esperando una cordial conversación luego de una vorágine de emociones. – Eso no te incumbe – respondió de forma altanera, cambiando radicalmente su carácter.
- ¡La curiosidad mató al gato!– exclamó, sin dirigirme la mirada. Y se dirigió a mi laptop, encendiéndola de nuevo, y esta vez conectando algo que saco de un bolso de su pantalón, algo esférico de color plateado, con un cable.

Realmente me desagradó la forma en que se expresó después de tantas atenciones de mi parte, y no es que se lo reproche, pero detesto que la gente se comporte de esa manera, aun cuando las circunstancias lo ameriten- No es la forma correcta de responderme – dije, mientras ella empezaba a conectar su dispositivo, – solo pregunto porque me preocupó la forma en que actuaste hace unos momentos -.

Se giro hacia mí, y de nuevo en tono cortante, respondió:
- Nunca pedí que te preocuparas por mí - . Esa chica ahora me estaba exasperando, y no pensaba dejar que se burlara de mi, así que cambie el ambiente de la conversación a un tono más ácido.
Puedo hacer y deshacer mientras este en mi propiedad, lo que debería es preocuparme por los daños que tu causaste, además de cometer varios delitos de un solo tajo, pues invadir propiedad privada y privar de la libertad a una persona no son algo muy común por estos rumbos, pero puedo disculparte, tal vez seas alguna chica que me di el lujo de despreciar y ahora viene a mi, porque me necesitas – repuse en un tono muy enfadoso, aunque nunca deje de lado mi cortesía hacia ella.

- ¿Necesitarte? ¿Tanto como el ente que trató de destrozarte? Ese si que necesitaba de tu presencia – respondió de forma por demás agresiva. Pero había logrado mi objetivo, encontraba más pistas de quien era, que hacia, el porque de sus actos y lo que estaba detrás de mi puerta. ¿Un ente? ¿Algo así como un fantasma, mounstruo o extraterrestre? ¿Cómo debía interpretarlo? ¿Estaba desequilibrada, o tal solo era una broma, muy bien planeada por mis amigos? Mi mente trabajaba de formas que hacia tiempo no lo hacía.

Necesitaba hacerle más preguntas, pero no sabía como sacarlas a flote. Hasta ahora mis tácticas habían resultado, pero se veía demasiado lista como para caer dos veces con el mismo truco. Y todo esto sucedía mientras ella desarmaba mi portátil, y aquella extraña esfera de pronto se desinfló, literalmente. Se convirtió en un pequeño disco, que introdujo de alguna manera dentro de la misma, y volvió a cerrarla.

Después de esto, se giro de nuevo hacia mi, y comenzó a hablar.
- Mira, no me conoces, pero yo si. Disculpame por mi forma de actuar hace unos momentos, pero era necesaria. No puedo decir nada por ahora, solo que tengas mucho cuidado con lo que digas o hagas, no confíes en las demás personas, porque lo que acabas de observar hace unos momentos fue solo una advertencia, lo peor estar por venir… -
Espera – la interrumpí, - ¿de que hablas, porque no decir las cosas de una vez, para que tanto misterio? -
No estas preparado para la verdad, solo te puedo decir que estaré muy cerca de ti, no menciones esto a nadie, y si no crees en algo divino, es mejor que empieces a hacerlo
Se levanto súbitamente, bajó las escaleras, la seguí, y al llegar a la puerta, se giró hacia mi y me miró fijamente, me dió un beso en la mejilla y dijo – Prepárate para lo peor, pero no temas, siempre estaré contigo – Salió de mi casa, abordo un auto negro, con polarizado, y se fue a toda velocidad. No tenia placas ni algún distintivo, solo se fué, así nada más. Ahora tenía ciertas piezas del rompecabezas, pero ni siquiera sabía como unirlas. Y algo me hacia presentir que las nubes se tornarían mas oscuras que de costumbre."

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El tercer capitulo de este ejercicio, gracias a los que me leyeron, y en especial a Viremar por sus buenas criticas