Reflexión que sólo puede surgir de quien ha atravesado el doloroso camino de la equivocación, y del que ha salido airosa para compartir estas líneas maravillosas.
Esperamos que para ti, también sean de gran interés y ayuda.
Yo, que creí saber tanto respecto a relaciones amorosas, últimamente, sin querer y observando mis experiencias, mis aciertos y mis errores, he visto que en esta materia , aun me falta tanto por aprender , por entender, por cambiar, por corregir, por aceptar, por mejorar...
* Debo aprender que no debo poner toda la motivación de mi vida en una persona.
* Debo entender que no se debe rogar amor y que una relación de pareja no es para vivir angustiada.
* Debo aceptar que en el amor, como en cualquier otra cosa de la vida, existen los tropiezos, las caídas y los dolores, y el miedo lo único que hace es dificultar más las cosas.
* Debo aprender que no es bueno sobrevalorar, endiosar, ni idealizar a nadie. Porque todos somos humanos, y no debo esperar de mi pareja más de lo que puedo esperar de un ser humano.
* Debo aprender que es bueno ser como soy, siempre y cuando eso no implique faltar el respeto a quien esté conmigo.
* Debo aceptar que en algunas ocasiones es necesario pasar por un gran dolor para conocer una gran felicidad, ya que a veces el suelo del fondo es el más apto y firme para brincar.
* Debo tener presente que el sentir algo hoy, no implica que lo sienta mañana, y así como me permito disfrutar, también debo permitirme llorar, ya que el dolor es parte de la vida, al igual que el placer.
* Debo entender que la comodidad que me brinda la rutina es falsa, porque la vida está en constante cambio, por eso es necesario aprender a tolerar la inseguridad natural que se maneja en la vida cotidiana.
* Debo aceptar que los planes pueden desaparecer en un instante, porque el futuro se mueve como él desee y no como a mí me de la gana. Si éste me permite hacer algunas cosas sobre él, debo estar agradecido y no lamentándome por todo lo que no pude hacer.
* Debo aceptar que alrededor del amor, la sociedad ha creado muchas cosas que son un fraude. Por eso debo dejar de volverle la cara a la verdad sólo por seguir en una falsa comodidad o por miedo al dolor.
Si la vida me demuestra que aquello en lo que puse mi corazón es una mentira, debo aceptarlo; llorando, desahogándome y renaciendo como la nueva persona que seré.
* Debo mejorar mi autoestima... Para que la partida de quien quiero no me haga sentir despreciada, humillada o rechazada. Para no ser tan sensible al abandono. Para que no hiera mi ego. Para no terminar creyendo que me dejaron por fea o por tonta. Para poder aceptar que simplemente funcionó el tiempo que tuvo que funcionar. Para no arrastrarme poniéndome de alfombra a los pies de nadie.
* Debo aceptar que a quien le agrado hoy, no es seguro que le agrade mañana. Y eso no tiene por qué ofenderme si lo acepto. Si acepto que a veces las personas no pueden dar más. Si acepto que quien esté conmigo tiene derecho a no estarlo y a que yo ya no le guste. Si acepto que quien amo, tiene derecho a tomar sus propias decisiones, aunque a mi no me satisfagan.
* Debo recordar que a veces, lo bueno se obtiene esperando y presionando se arruina. Por eso es necesario tener paciencia, esperar tranquilamente y recordar...
* Que la impaciencia es producto de un impulso emocional que tal vez pronto pasará. Que la impaciencia asfixia a quien está conmigo. Que la presión se puede convertir en irrespeto.
* Que tomar una decisión mientras estoy impaciente es peligroso, porque estoy influida por un estado emocional extremo y pierdo toda objetividad, ahí no va mi verdad, va mi impulso, mi compulsión , y podría hacer algo de lo que me arrepienta.
Además, si soy paciente no veré como sufrimiento el tiempo que estoy en espera lo que me decías ayer. Debo aprender a no ser posesiva. El que alguien se vaya no es perder una pertenencia que me gustaba mucho. Mi pareja no es mía, es prestada, y "su dueño" tiene derecho a llevársela cuando desee.
Y aunque "ser dueñ@" de alguien brinde más seguridad que tenerlo prestado, debo entender que eso es una ilusión. Aunque crea que es mío, no lo es, por lo tanto...
- No puedo decidir sobre la vida de quien esté conmigo.
- No puedo esperar que haga sólo lo que yo desee.
- No puedo controlarle , manipularle, adueñarme de él, ni controlar su destino.
- No debo reclamarle a la vida porque me quitó lo que me prestó.
Pero sobre todo...
Debo aprender que nunca dejaré de aprender, y que mientras continúo aprendiendo, debo permitirme vivir y sentir.
Y ahora, que me empiezo a recuperar de los dolores que sufrí gracias a que ni siquiera había aprendido que había mucho que aprender, lo único que me queda es, tomar un gran suspiro y decirme a mí mismo...
VUELVO A EMPEZAR ...
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